Menstruación sostenible: aprendiendo a usar la copa menstrual

Entramos en temas íntimos por aquí pero podremos superarlo, estoy segura. Soy mujer y para mi suerte/desgracia menstruo una vez al mes religiosamente. Como tal, nunca me he sentido identificada con los anuncios de compresas en los que vuelas o te pones boca abajo o te da por hacer deporte como una loca. Pues no, son días de mierda y en las últimas ocasiones antes de este cambio, el material de las compresas se reveló como irritante...incluso esas nuevas que se adaptan a tu forma.

Era la gota que colmaba el vaso...una erupción en la piel por llevar plástico pegado al culo, era algo que se tenía que ver venir. Por otro lado, los tampones con aplicador de plástico, envueltos en plástico y dentro de los componentes habrá también plástico, aparte de estar hechos de algodón, son un foco de bacterias importante. No es sólo la composición, además es un algodón absorvente que reseca a un muerto y una tiene vida sexual activa. Algo más a añadir aunque poco frecuente, es el síndrome del Shock Tóxico que es una enfermedad grave causada por la bacteria Straphylococcus aureus. Puede llegar a ser mortal, ahí lo dejo. 

En realidad quería probar primero las compresas de tela pero siempre me olvidaba de comprarlas. Sentía mucho rechazo a la copa, me parecía de lo más antihigiénico (qué equivocada estaba, madre mía) y escatológico que puede haber. Además es plástico, que si, que sólo usas 3 en tu vida pero son 3 cosicas de plástico que espero que el día de mañana no estén flotando en algún mar. Las mías irán a reciclar y si existe en un futuro un punto limpio de silicona quirúrgica donde se reutilicen, pues allá irán. 
compresas_tela

Total que una vez más mi Regla llegó y yo sin estar preparada para hacer la transición pero sólo tenía dos compresas jeje...¡otra cosa que se acababa y que había que sustituir!  HAHA Fui como un rayo a la farmacia y me entretuve tocando todas las muestras que tenían. Son muy suaves y rosas, muy gozosas. Son de la marca Intimina y el precio está entre 26 y 29€. 

 



Hice mi elección para una mujer que ha tenido dos partos vaginales y flujo abundante. Pensaba que me llevaría un jarrón a casa pero me llevé una cosa muy discreta, que se pliega y todo. En posteriores ciclos, he tenido que acudir a la farmacia a comprarme el tamaño Jarrón, destino caprichoso...



¿Qué descubrí?  
Una nueva forma de vivir mi periodo, soy muy sincera cuando digo esto. Cero olores rarunos, cero irritaciones, cero sequedad y nada de residuo, cero. Además, quizá sea algo superficial pero te puedes poner cualquier cosa incluso las mallas de correr e ir al gimnasio y todo se queda en su sitio. 
Escatológico es pero no lo es más que utilizar compresas. Es cierto que según donde te la tengas que vaciar pues es un poquito más incordio pero recuerdo momentazos en el baño en el que me había pasado de tiempo y estaba desbordada, eso es mil veces más asqueroso. 

Anécdota quitamiedos...
La primera vez que utilicé la copa menstrual desde el primer día no estuve muy fina y me la puse francamente mal. No la podía sacar así que dí un paseo hasta las Urgencias de mi lugar de veraneo...Un estreno por su sitio, cómo debe ser.
Explícale como mujer adulta que soy qué te pasa al chaval de recepción. Luego pensé que podría ser peor y tener que explicar algo aún más vergonzoso, al final estoy usando una copa menstrual jaja! ¡Arriba la regla sostenible!
Por suerte coincidí con una matrona y una enfermera muy simpáticas que me siguieron el rollo fenomenal. Eso si fue escatológico pero para ellas ¡jaja! Un pis pas: unas pinzas en las profundidades y apañado. Nos despedimos con la sincera promesa de no volver a vernos más.

Datos preocupantes
Un poquito de información para los más pragmáticos. Si una mujer tiene una media de entre 500 y 520 ciclos durante su vida fértil (40 largos años aprox.) supone un consumo individual de unas 234 compresas y tampones al año. Se calcula que en España se tiran 2.930 millones de compresas y tampones al año. Millones, si, millones. En el mundo 45 millones, una locura.

Si por reducir el plástico no os convence, pensad en el ahorro económico. Si un paquete de compresas o tampones tiene un precio medio de 4€ y vienen 12 unidades. Supongamos que una mujer con un ciclo normal utiliza un sólo paquete de cada cosa, 8€/mes. Te estás gastando 96€ al año y en toda tu vida fértil (40 años) son 3.840€. A partir de aquí si necesitas más, se te va disparando la cifra.



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